Manuscrito hallado en una botella

Dejando de lado toda idea romántica que puede llevar en sí un manuscrito hallado en el mar, Poe presenta en este caso el doble naufragio del autor del manuscrito.
En este relato corto encontramos una invitación a navegar junto con el narrador de esta obra, personaje nervioso y suspicaz que nos lleva hacia los mares de Asia.
Perseguido por el mal presentimiento, el narrador crea el ambiente perfecto de suspenso para relatarnos el primer naufragio de su nave, luego al entrar en la segunda embarcación, es como si se abriera la puerta a una dimensión paralela. Lo que mantiene real esta historia es que el personaje principal percibe las extrañezas de esta historia tal como lo haríamos nosotros si nos encontráramos en esa situación. Pero el no ser percibido por la tripulación de este segundo navío se convierte en una paradoja de su propia descripción.